Entradas Jardin Majorelle

Justo en el corazón del jardín se alza la famosa villa Art Déco de color azul cobalto, que en su día fue el estudio del pintor francés Jacques Majorelle. Él mismo diseñó cada detalle, desde los vivos muros azules hasta las limpias líneas geométricas que contrastan maravillosamente con la vegetación. El color, conocido ahora en todo el mundo como Azul Majorelle, se convirtió en un icono de Marrakech. La villa capta el amor de Majorelle por la luz, el arte y la arquitectura marroquíes, y sigue siendo un verdadero símbolo del espíritu creativo de la ciudad.

Dentro de la villa, encontrarás el Museo Bereber, un tesoro que da vida a la cultura indígena amazigh de Marruecos. Aquí se exponen más de 600 objetos, desde ornamentadas joyas de plata que brillan en cámaras con espejos hasta tejidos de ricos colores, instrumentos musicales y trajes ceremoniales. Cada pieza cuenta una historia, desde las montañas del Atlas hasta el Sáhara, ofreciendo una visión más profunda de la herencia que inspiró la devoción de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé por Marruecos.

Con una extensión de una hectárea, el jardín alberga más de 300 especies vegetales procedentes de los cinco continentes. Los sombreados bosquecillos de bambú, las altísimas palmeras, las buganvillas en flor y los cactus esculturales están dispuestos en cuidadosa armonía. Cada sendero y cada plantación fueron diseñados por el propio Majorelle, creando un jardín que parece a la vez salvaje e intencionado. A medida que la luz cambia a lo largo del día, los colores, las sombras y los reflejos se transforman, convirtiendo el espacio en una obra de arte en directo que combina la visión creativa con la precisión botánica.

Mientras paseas, verás fuentes y estanques escondidos entre la vegetación. El sonido del agua que gotea, los reflejos de los lirios y la sombra de las palmeras crean una rara sensación de calma, sobre todo en comparación con la ajetreada medina del exterior. Estos elementos acuáticos no sólo refrescan el aire, sino que también encarnan el equilibrio entre arte y naturaleza que define la filosofía de diseño del jardín.

Cuando estés listo para un descanso, el Café Bousafsaf es una parada tranquila dentro del jardín. Rodeado de bambú y buganvillas, es un lugar estupendo para tomar un té marroquí a la menta o un pastelito ligero a la sombra. El ambiente relajado hace que sea fácil detenerse y asimilar el ritmo pausado del espacio.

Antes de irte, echa un vistazo a la Boutique Majorelle para comprar piezas hechas a mano por artesanos locales. Encontrarás joyas, tejidos y decoración para el hogar inspirados en los motivos favoritos de Yves Saint Laurent: la geometría amazigh, las serpientes y las flores. Cada artículo combina la artesanía tradicional marroquí con un toque moderno y artístico, haciéndose eco del espíritu creativo que define el jardín.